Las mantas pesadas ayudan a las personas con Alzheimer, Parkinson y demencia.

La demencia, cuya forma más común es la enfermedad de Alzheimer, se caracteriza por pérdida de memoria, deterioro de las habilidades motoras, del lenguaje y emocionales. En relación con la pérdida de las habilidades motoras, la demencia puede desarrollar la enfermedad de Parkinson. Estas dos enfermedades son trastornos neurocognitivos, es decir, trastornos del cerebro.

Una dificultad adicional para los afectados es la desorientación que a menudo ocurre durante la enfermedad. El deterioro del rendimiento cerebral también se refleja en el entorno social.

Las personas con demencia y / o enfermedad de Parkinson pierden el control de su propio cuerpo y mente, volviéndose cada vez más agresivas y deprimidas.

El uso de una manta pesada puede hacer que el cuerpo se note perceptible y que se intensifique su percepción. El peso ayuda a relajar el cuerpo más rápido y a descansar. El peso de la manta actúa sobre los músculos, tendones y articulaciones para que el cuerpo pueda estar mejor controlado. Los culpables son la hormona de la felicidad serotonina y la hormona del sueño melatonina, cuya liberación se promueve y equilibra cuando se coloca la manta sobre el cuerpo. Además, la presión de la manta sobre el cuerpo reduce el nivel de cortisol (llamado hormona del estrés). Los músculos y el sistema nervioso se relajan, la ansiedad y la agresión disminuyen y el cuerpo en su conjunto puede recuperarse del estrés con mayor facilidad.

Resumen :

La manta pesada promueve la sensación y la conciencia del propio cuerpo. La pérdida de control y la agresión debido a la disminución del rendimiento cerebral se pueden reducir con una manta pesada.